La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro. Posiblemente sea una de las cualidades sociales más importantes que los seres humanos podamos tener. En la vida en general, esta capacidad nos permite vivir la vida como equipo, ayudando y siendo ayudados para cumplir así los objetivos que nos propondramos.
En medicina en general y en medicina reproductiva en particular, es la empatía la que nos otorga la posibilidad de acompañar como profesionales a nuestras pacientes de la manera más eficiente; ya que el conocimiento con el que definimos un diagnóstico y elaboramos una estrategia de tratamiento es incompleto si no entendemos lo que está pensando y sintiendo la persona que busca nuestra ayuda.
Así, descubrimos en la empatía tanto la alegría inmensa de haber logrado un positivo luego de un largo e intenso camino; como la frustración y la angustia que genera ese negativo conseguido. Es con empatía como sostenemos a nuestras pacientes y les damos fuerza para volver a intentarlo.
El conocimiento sin empatía es como intentar dar de beber sin agua.

